“Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón”, entona una de esas canciones que tan solo al escucharla trae a nuestra mente la imagen de una madre acurrucando a su bebé en sus brazos, su cálido hogar. Su refugio.
Pero, ¿qué ocurre cuándo la realidad es otra? Cuando es devastadora, y esos brazos no pueden volverse su refugio. ¿Qué pasa cuando esos brazos que anhelaban acurrucar al niño son su último lugar de descanso antes de partir?
“Duelo perinatal” es el nombre que damos al proceso que ocurre tras la muerte de un hijo durante el embarazo, el parto, o a pocos días de su nacimiento. Como todo duelo, es una experiencia sumamente dolorosa y difícil de sobrellevar. Cada persona afronta el duelo por esta pérdida de manera única e irrepetible. Cada quien tiene su propia forma de vivirlo, por lo que es de suma importancia respetar dicho proceso. Elaborarlo implica transitar y expresar ese dolor, así como las emociones y pensamientos que aparecen en relación a lo que ha sucedido.
El duelo perinatal está condicionado por numerosos factores, pero uno de los que lo hace más difícil de transitar es el silencio. ¿Por qué nadie habla de duelo?
Al enfrentar el duelo perinatal no sólo nos enfrentamos a la pérdida de un hijo, nos enfrentamos al duelo por los deseos, sueños y anhelos que se tenían para el bebé. Implica además un duelo por los planes e ilusiones, por lo que significaba para sus padres dicho hijo.
Hace falta visibilización, el duelo perinatal no está públicamente reconocido y recibe escasa atención. Esta experiencia dolorosa y difícil de transitar requiere de tiempo, y la legitimación de sentir ese dolor. Es muy importante prestar atención a las necesidades de ambos padres, y que puedan permitirse expresar sus emociones.
Para esto, ¿es necesario contar con acompañamiento profesional? Es indispensable contar con el acompañamiento de psicólogos especializados en duelo perinatal. No es recomendable transitarlo de manera solitaria, ya que si bien cada proceso es único, durante cada etapa del duelo pueden manifestarse diversas reacciones y situaciones difíciles de gestionar. Para los padres no es el peso, ni la edad gestacional lo que transforma al feto en su hijo y le otorga identidad propia, sino que es el lugar que le han brindado en su corazón.
El acompañamiento de un profesional especializado, conllevará a integrar las creencias, principios y valores personales de cada padre y compartir rituales concretos para la elaboración de este proceso.
¿Cuáles son algunas sugerencias para transitar el duelo perinatal? Actualmente se están implementando diversas estrategias para apoyar a familias que transitan esta dolorosa experiencia. Algunas de ellas son:
- Explicar claramente en qué consiste el proceso. Contar con apoyo profesional para despedirse o tomar la decisión de verlo y estar con el/ella durante unos minutos, en el caso que exista la posibilidad.
- Permitirse sentir el dolor y canalizarlo. No reprimir las emociones que nos genera la pérdida sufrida, sino permitirse llorar y expresar los sentimientos.
- Reconocer el valor e identidad del hijo. Usar el nombre del bebé.
- Contar con la posibilidad de guardar recuerdos y participar de rituales simbólicos o ceremonias religiosas.
- Evitar frases que niegan la realidad dolorosa que se está viviendo. Algunas frases que no ayudan a padres que se encuentran atravesando un duelo son: “tenés queser fuerte”, “sos joven”, “así fue la voluntad de Dios”.
El dolor de la familia es inmenso y es real, probablemente los acompañe el resto de sus vidas. Entonces, ¿cómo puedo acompañar a alguien que está sufriendo? Algunas frases que ayudan son: “¿quieres hablar sobre lo que pasó?”, “toma el tiempo que necesites”, “si necesitas llorar estoy aquí para acompañarte” o simplemente ofrecer tu abrazo y tu silencio.
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