Si te acabas de reír de un chiste que alguien te contó, dale las gracias porque ahora estás más sano que antes. La risa, una habilidad innata, reduce el estrés, mejora la memoria y es beneficiosa para el corazón. Estudios revelan que reír no sólo es bueno para nosotros, sino que, además, es contagioso. Si los programas cómicos son más graciosos cuando estamos en grupo, es porque cuando otra persona se ríe, nuestro cerebro activa “neuronas especulares o espejo” que provocan la risa en nosotros también.
La risa es un gran remedio. Según el equipo médico de la Universidad de Vanderbilt reírse a carcajadas es un buen remedio para bajar de peso. Así, quienes se ríen entre 10 y 15 minutos por día pueden, debido al gasto de calorías que esto significa, perder hasta 1 kg por mes.
El tema de la alegría y el buen humor es tratado con más amplitud en los libros que se encuentran en la sección de Sabiduría de la Biblia. Con el tiempo la Biblia ha sido dividida en secciones como el Pentateuco (sus 5 primeros libros) los evangelios (los 4 libros que narran la vida de Jesús) los profetas mayores y los profetas menores (libros escritos por los profetas que vivieron antes de Cristo) y sucesivamente. Una de estas secciones es llamada “la de los libros de sabiduría o poéticos”. Cuando uno piensa en sabiduría, ¿Qué cosas vienen a nuestra mente? ¿Experiencia de vida? ¿Prudencia? ¿Inteligencia? Por lo menos esas son algunas de las cosas que vienen a la mía. Pero ¿Relacionamos en forma natural la sabiduría con la alegría, la risa o el buen humor? En la porción de la Biblia en donde más se habla del tema es en los libros de sabiduría (Salmos, Eclesiastés, Proverbios, Cantares). Solo en Proverbios se habla al respecto 30 veces y los temas que se relacionan con la alegría son de lo más diverso: desde la relación matrimonial (5:18), las relaciones con los hijos (23:15-16, 24-25), las relaciones entre personas (17:5), los sentimientos (14:10, 13), la justicia (21:15), la manera de hablar (15:23, 30), la salud y la belleza, la oración (15:8), y otros. Solo en el capítulo 15 se habla 4 veces del buen humor (13, 15, 20, 21).
Por qué no seguir este día con una sonrisa sentida primero en el corazón y luego en el rostro. Por qué no comenzar con un chiste, mirando un video gracioso, contando algo divertido a un amigo y riendo junto a alguien. La risa compartida se contagia y se multiplica.
Hay veces en que lo más espiritual que podemos hacer no es justamente una oración o una lectura, es disfrutar de la vida y de ser posible, junto a otros, regalándonos un momento de risas y bienestar. Salomón decía: “Anda, come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón, porque es ahora cuando Dios favorece lo que haces” (Eclesiastés 9:7). El pan, el vino, los amigos y Dios van juntos ¿Jesús no los unió en la última cena? Qué cosa más santa que compartir la mesa, y compartirla con alegría.
Termino recordando una frase que escuché o leí ya no recuerdo donde, pero que agradezco a quien me la transmitió: “La sonrisa es la línea curva que endereza muchas cosas”.
Que el Dios que inventó tu sonrisa ¡Te haga cosquillas hoy!
“El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu triste seca los huesos.” (Prov. 17:22)
Lic. Néstor Bruno: Licenciado en Teología – Licenciado en Psicología | Director de PsySon