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¿Te animas a hacer un “verdadero o falso” para comenzar?

(Encontrarás las respuestas al leer el artículo)

  • Todos queremos ser felices.
  • Ser feliz tiene que ver con estar contento y pensar en positivo.
  • La popularidad tiene que ver con la felicidad.
  • La gente con más dinero es más propensa a ser feliz.
  • La gente exitosa es propensa a ser feliz.
  • El 50% de nuestra felicidad está relacionado con las cosas que nos pasa (circunstancias).
  • La forma de mi cuerpo determina el grado de felicidad que tendré.
  • Las buenas relaciones personales son el mayor generador de bienestar.
  • La tendencia a la felicidad tiene una gran parte hereditaria.
  • Mis pensamientos y mi felicidad están muy relacionados.

Si hay algo que nos caracteriza a los seres humanos, no importa qué edad tengamos, es que todos queremos ser felices. Lo curioso es que, aunque todos buscamos la felicidad, la ciencia ha demostrado que no solemos hacerlo bien. Tenemos muchas ideas preconcebidas sobre las cosas que pueden hacernos felices, aunque la mayoría de estas ideas sean equivocadas. Por ejemplo, hemos entendido que la felicidad es algo que tenemos que alcanzar y que es externa a nosotros; algo que hay que salir a buscar. También mal entendimos que estar feliz es estar contento, algo que al marketing y a las redes sociales nos han vendido mucho al hacernos creer que ciertas cosas, como la cantidad de seguidores o el número de likes, nos harían alcanzar popularidad, entonces seríamos queridos, y entonces seríamos felices. Pero la realidad es exactamente opuesta a esto. Las personas felices son más exitosas, son más capaces de lograr sus metas, tienen mejor salud, mejores relaciones y aprenden más rápido. No al revés.

¿Qué significa entonces ser feliz? ¿Cómo lograrlo? ¿Es algo que podemos generar? ¿Depende de lo que nos pasa? ¿Puedo ser feliz y estar triste?

La Psicología Positiva, campo de la psicología que se encarga de estudiar qué hace a las personas felices, ha demostrado que la felicidad no tiene que ver con estar alegres todo el tiempo, ni con tener cosas. Estos aspectos pueden darnos un bienestar momentáneo, pero no necesariamente nos hará felices. La felicidad tiene que ver con experimentar paz, conformidad con la vida que tenemos, y esto está muy relacionado con experimentar más emociones positivas que negativas en el balance de vida (Con emociones positivas nos referimos a: alegría, amor, asombro, gratitud, humor, esperanza, creatividad, motivación, calma, compasión, interés, disfrute). Como habrás notado, dijimos “más emociones positivas que negativas”, no “ninguna emoción negativa”.

¿De qué depende experimentarlas?

Aunque muchos hemos pensado alguna vez: “Si las cosas fueran diferentes, sería feliz”, la investigación ha demostrado que esta es otra mentira que solemos creer. La ciencia da cuenta de que solo un 10% de lo que nos pasa influye en nuestra felicidad (Sí, leíste bien. Solo un 10%).

La felicidad no depende de si somos populares, de nuestro aspecto físico, de la cantidad de dinero que tengamos, ni de la cantidad de vistas en Tik Tok.

Entonces, ¿de dónde proviene la mayor parte de nuestra felicidad?

Paso a contarte las principales fuentes de bienestar y te adelanto una gran noticia: ¡no hay azar en esto, sino decisiones! Podemos APRENDER a ser felices.

  1. Pensamientos y rituales: En Romanos 12:1-2, la Biblia dice que si cambia nuestra manera de pensar, cambiamos nuestra manera de vivir, porque lo que determina cómo vivimos ese 10% es nuestra mentalidad. “Tengan cuidado con lo que piensan, la vida es moldeada por sus pensamientos” Proverbios 4:23 

Fue comprobado que las personas felices sostienen rituales que hacen que se tomen la vida de una manera diferente. Por ejemplo: las personas más felices, eligen recordar mucho más los sucesos buenos que los malos. ¿Esto quiere decir que niegan las cosas malas que han vivido? No, no quiere decir esto. Lo que quiere decir es que deciden analizarlas de una manera diferente que las personas que tienden a la tristeza no haciendo foco en lo negativo, sino viendo el cuadro completo.

Antes de continuar, es importante que subrayes y apuntes esta gran verdad:

AQUELLO EN LO QUE TE ENFOCAS, CRECE

¿Cómo cambiar el foco? Los psicólogos Robert Emmons y Michael McCullough llevaron a cabo una serie de experimentos con dos grupos de personas. A un grupo le pidieron que escribieran cada día al menos cinco cosas, que podían ser de mayor o menor importancia, por las que se sintieran agradecidas. Las respuestas fueron de lo más variadas, e incluyeron desde una persona que querían mucho hasta música que solían disfrutar; desde el hecho de despertar a la mañana hasta la existencia de Dios. Resulta que dedicar uno o dos minutos diarios a expresar la gratitud que sentimos por los hechos de nuestra vida, puede tener notables consecuencias en nuestro estado de ánimo.

En comparación con el grupo que no escribió agradecimientos, los participantes que expresaron gratitud por esas cosas, no solo desarrollaron una mayor capacidad para apreciar su propia vida, sino que experimentaron niveles elevados de bienestar personal y emociones positivas: se sentían más felices y eran más asertivos, enérgicos y optimistas. También se mostraron más generosos y dispuestos a ayudar a otros. Además, dormían mejor, sentían ganas de hacer más ejercicio y tuvieron menos síntomas de enfermedades.

La gratitud es considerada la “madre de todas las virtudes”, porque es la emoción que más rápido restaura vínculos, la que genera pertenencia en los grupos, la que mantiene las parejas unidas y la que aumenta nuestro nivel de felicidad de manera instantánea.

¿Cuánto foco pones en la gratitud? Cuando le cuentas a otro cómo fue tu día ¿eres de hablar y reconocer todas las cosas buenas que te pasaron? Cuando te reúnes con un amigo ¿la mayor parte del tiempo hablas de cosas buenas que te pasaron? ¿Eres agradecido/a o quejoso/a?

Tip: Todo lo que tienes que hacer, es abrir el block de notas de tu celular, conseguir un cuaderno o una libreta en blanco. Escribir grande como título “Mi diario de gratitud”, y escribir allí todos los días de esta semana cinco cosas por las que puedes dar gracias. Pueden ser cosas cotidianas: la casa en la que vives, tu cama, la comida que comiste, el nombre de alguna persona importante para ti, algo que valoras de lo que hiciste durante el día o de lo que hizo alguna otra persona.

“Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” Mateo 6:21

“Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es la fuente de vida” Proverbios 4:26

  1. Usar nuestros dones: Nuestros dones o fortalezas son las cosas que hacemos bien y que nos gusta hacer. Las hayas descubierto o no, todos tenemos dones. ¿Cómo descubrirlos? Prestando atención a aquellas cosas que haces bien y disfrutas (Por ejemplo: deportes, arte, música, construir cosas, sacar fotos, cocinar, leer, escribir, dibujar, hacer videos etc). Tal vez te parezcan tan normales que los minimices, pero son dones. En la medida en que los identifiques y los uses a diario, tu felicidad se irá construyendo.

Tip: La próxima vez que alguien te elogie, ¡no lo descartes! Presta atención. ¡Anótalo! Pueden estar mostrándote una fortaleza 😉

  1. Buenas relaciones: Las personas con las que te rodeas, tienen la mayor influencia en tu bienestar. Fue estudiado cómo las personas felices pasan mucho tiempo con otros y, sobre todo, con aquellos que les importa. El solo hecho de enviar un mensaje o hablar por teléfono con alguien que queremos, puede cambiar nuestro nivel de bienestar (Ojo que hablar no es lo mismo que poner like 😉).

Hacer algo por los demás, también incide grandemente en nuestro nivel de bienestar, generando un círculo virtuoso que genera una familia mejor, amistades mejores, noviazgos más felices, sociedades que crecen, además del impacto personal.

No es de extrañar que la investigación psicológica compruebe esto. En Génesis 2:18, Dios dice que “no es bueno que el hombre esté solo” y decide crear al hombre acompañado. A lo largo de La Biblia, vemos a los hombres elegidos por Dios rodeados de otros que los acompañan, Jesús mismo elige rodearse de doce discípulos para transitar su ministerio terrenal. Dios nos creó seres sociales, nos soñó dentro de una comunidad social, familiar y de fe (iglesia).

“Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía” Colosenses 3:14

“Pero si vivimos en la luz, así como él, está en la luz, tenemos comunión unos con otros…” 1 Juan 1:7

Ahora bien, no confundamos buenas relaciones con estar acompañados, porque ya lo dice el viejo dicho: “Mejor solo que mal acompañado”.

En la vida hay dos tipos de personas: anclas y motores. Las personas “motores”, son personas vitamina, personas que están yendo hacia alguna parte, están en movimiento. ¿Qué hace que el motor encienda? ¡La actitud! Por eso rodearte de personas vitamina. Tener buenas relaciones, es clave.

Hay cuatro venenos en nuestra vida social que puede arruinar nuestras relaciones. Presta atención.

  • El veneno de la comparación

La comparación destruye nuestra autoestima y nuestras relaciones son malas. ¿Alguna vez escuchaste la frase “el pasto del vecino siempre se ve más verde”?, es lo que suele hacer nuestra mente cuando hay un filtro mental y llega a la conclusión de que lo que veo del otro es la realidad. Esto sucede mucho cuando miramos las redes sociales de otra persona.

  • El veneno de la crítica

Hay una clase de personas que son como imanes, son las que naturalmente atraen a los demás. Atraen amistades, proyectos, ideas, pareja…simplemente atraen. Una de las características de estas personas, es que en lugar de criticar a los demás, siempre les encuentran algo bueno, y si no tienen nada bueno para decir, no dicen nada.

Hablar mal de nosotros mismos y de los demás, es uno de los hábitos más tóxicos que podemos tener. Le hace mal al criticado, le hace mal a la persona que la escucha y le hace mal al que critica. 

  • El veneno de la queja

Solemos quejarnos como una forma de desahogarnos, pero la investigación da cuentas de que lo que genera es centrarnos en lo malo, en las comparaciones, en los problemas, haciéndonos sentir peor y desgastando nuestros vínculos.

  • El veneno de la adivinación

¿Sabías que la mayoría de las relaciones tensas tienen que ver con lo que se cree que el otro piensa sobre uno? Suponer no es sinónimo de realidad. Antes de adivinar y creerte esa ilusión, ¡pregunta!

Tip: ¿Cómo darse cuenta si las relaciones que tenemos son buenas? Cuando te sientes cómodo en expresar cómo te sientes o lo que necesitas, cuando te sientes disponible para ayudar a otros y sabes que serás ayudado si lo necesitas, cuando tus dones son reconocidos y valorados. Cuando te sientes seguro, querido y respetado.

  1. Tener una vida con propósito: ¿Por qué es tan clave aprender a ser felices? Al leer La Biblia encontramos que, para llegar al propósito que Dios tiene para nosotros, Él antes sana lo que es necesario sanar. Para esto, concede tiempos especiales de preparación, de entrenamiento. Antes de un llamado, del descubrimiento de un propósito divino, siempre hubo un período largo de preparación donde Dios buscó restaurar: 40 años de Moisés en el desierto, 40 días de ayuno de Jesús en el desierto, etc. ¿Preparación para qué? Para cumplir nuestro propósito de vida. Para vivir con plenitud y felicidad lo que Dios soñó para nosotros.

Entonces ¿Por qué vale la pena hacer el esfuerzo en ser felices? Porque hacerlo no solo nos sana y nos rescata de vivir frustrados, sino que hace que todo lo que somos y lo que hemos vivido, sirva a otros también. Ocuparnos de nuestra felicidad es un acto de compromiso y gratitud con la vida que recibimos. “Te bendeciré y serás una bendición para otros.” Gálatas 12:2

Y profundizando sobre esta idea, llamó mi atención notar como hay temas que La Biblia remarca y repite muchísimo. Podríamos decir que son temas que grita porque Dios quiere que prestemos atención. Hay otros temas en los cuales la Biblia susurra y otros donde hace silencio. La felicidad y la restauración son temas en los cuales La Biblia GRITA, hace un énfasis impresionante. La Biblia es un grito de restauración de principio a fin. Por darte solo dos ejemplos del énfasis que Dios quiere hacer, en la Biblia la palabra cielo aparece 711 veces e infierno solo 13. La palabra amor 319 veces y odio solo 19.

La felicidad representa el carácter del Padre, sentimiento que quiere darnos como un fruto de su Espíritu.

Hacer foco en lo malo, tanto en nosotros como en los demás, genera tristeza, inseguridad, crítica, vínculos rotos, queja, temor, pensamientos negativos. Todo esto como resultado de creer una mentira (Juan 8:44)

TIP: Para encontrar tu propósito, ora por eso, presta atención al impacto que tienen tus acciones en tu entorno, piensa en formas de impactar positivamente los lugares en los cuales te mueves. Vive tu vida siguiendo los valores que crees importantes. Dedica un tiempo para pensar qué cosas consideras importantes y comienza a hacerlo con algo específico y pequeño.

Te felicito por llegar hasta este punto del artículo. Dios bendice tu decisión de haber iniciado este cambio. No es casualidad que hayas leído esto. No tengo dudas de que el cielo está sonriendo y que, a partir de ahora, Dios empezó a remover el velo de tu mente para que puedas empezar el proceso de mirarte y mirar la vida de otra manera: con felicidad.

“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas,

y que tengas salud, así como prospera tu alma.” 3 Juan 1:2

Lic. Evelin Bruno
Psicóloga, coach y directora de educación en PsySon

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