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Autora: Madeli Santos: Miembro  del staff de PsySon, Master en Psicologia Clínica y Neuropsicología Educativa. Si quieres reservar una consulta con Madeli, haz clic aquí 

 

Cuando comemos y nos genera placer, el cerebro lo registra, lo añora y lo busca generando una relación duradera con la comida. ¿Cómo diferenciar si esa relación es positiva o tóxica?

Inmersos en una sociedad ambivalente, demandante y estereotipada, es casi un dilema mental mantener una relación positiva con la comida. Constantemente vivimos en confusión, bajo la influencia de modas y teorías que están lejos de centrarse en una nutrición integral del ser (salud mental, física, social y espiritual).

Estereotipos

Entre estos dilemas se aplaude a la mujer delgada y al hombre atlético, aunque se podría demostrar que existe una mayor exigencia para la mujer, evidenciado en las estadísticas de trastornos de alimentación, siendo el 90% mujeres y un 10% varones (Guarda, M., 2018).

Luchando con una contraparte de empresas multimillonarias que nos impulsan a obtener la felicidad con una alimentación basada en altos contenidos de azúcares, grasas y harinas refinadas. 

Lo más alarmante de todo eso, es que aun los profesionales en nutrición han empezado a abrir sus abanicos diciendo que podemos comer de todo, pero con moderación, lo que a mi parecer suena a: “puedes enfermarte, pero con moderación”.

Hemos llegado a una distorsión mental y emocional en cuanto a una relación saludable con la comida y estamos perdidos en un mar de teorías y supuestos; nuestra mente vive en constante confusión e inestabilidad. 

Frente a todo esto, ¿Existe una salida? 

La respuesta a esta cuestión es SI, si existe una salida, no tenemos que vivir en esta confusión e inestabilidad. Somos autores de nuestra salud, necesitamos tomar las riendas de forma responsable.

Empecemos por definir que es una relación positiva y una relación tóxica

Relación positiva:

Son aquellas que facilitan el bienestar, ayudan en el crecimiento individual o colectivo y permiten un aporte positivo en la vida.

Relación tóxica:

La relación tóxica es aquella relación en la que se permanece a pesar de que genera daño o me lastima de forma constante.

Entonces, neurológicamente ¿Qué nos mantiene en una relación tóxica?, a continuación, te explicaré la relación de amor que tiene tu cerebro con la comida y porqué se te dificulta cortar esta relación:

  • Respuesta de la salivación: la salivación es un proceso de estimulación de las glándulas gustativas y todos estos conectores están altamente relacionados con nuestro cerebro, por lo tanto, mientras más salivación, más estimulación a nuestro cerebro.
  • Contraste dinámico: tiene que ver con las sensaciones físicas y cerebrales de la combinación de dos o más elementos en la comida en un solo producto. Ejemplo, las galletas con relleno (cremas, mouses) tiene la sensación crujiente externa, suave y cremosa en la interna; por otra parte, las sensaciones crujientes de las papas y platanitos fritos, engaña a nuestro cerebro para decirle que es una comida saludable, con bajo índice calórico, por su composición ultra delgada y crujiente.
  • Saciedad sensorial específica: El cerebro se cansa de comer siempre lo mismo, por tanto, emitirá señales para obtener la sensación de saciedad de un alimento específico, para llevarnos a buscar otro alimento y así obtener los nutrientes necesarios para el cuerpo. La comida chatarra está concebida para inhibir este proceso mandando el mensaje al cerebro de que es bueno y novedoso constantemente.
  • Registro de experiencias placenteras: cuando comemos y nos genera placer, el cerebro lo registrará, lo añorará y lo buscará. Puede que este sea uno de los más identificados a nivel emocional, la cual nos lleva a tener relaciones fuertes y duraderas con la comida.

Cómo saber si tengo una relación tóxica con la comida

Relación tóxica con la comida

  • Comes por ansiedad o estrés
  • Comes por aburrimiento o sensación de soledad
  • Comes para no sentir la depresión, el dolor u otra emoción displacentera 
  • No comer por miedo a engordar.
  • Desarrollo de trastornos de alimentación como la bulimia, la anorexia, atracón, pica, entre otros.
  • Sentimientos de culpa al comer.
  • Estás enfocado en las calorías más que en los nutrientes.
  • Tienes sensación de hambre constante.
  • Te pasas la vida en dietas.

Este tipo de relación puede llevarte a un círculo de culpa, de etiqueta social, de debilitamiento de la voluntad, y a su vez reforzar trastornos alimenticios, que ya están en proceso y conductas no tipificadas como: comedores reprimidos o dietantes crónicos:

¿Cómo puedo obtener una relación saludable con la comida?

  • Objetivo de la comida: el único objetivo de la comida es nutrir al cuerpo, no es para dar amor, no es para levantar el ego, no es para socializar, si bien pueden ser medios, este no será un fin. Muchas personas asocian la comida con el afecto y esto los lleva a tener una relación tóxica con la comida, el salirnos del objetivo principal nos lleva a tomar decisiones que nos ponen en situaciones no deseada.
  • Educarse:  Conoce tu cuerpo y las necesidades que tiene, lee libros, mira videos, consulta, conoce las teorías y luego quédate con la que mejor se adapte a tú realidad y a tus necesidades orgánicas. No hay nadie mejor que tu, para establecer lo que es más conveniente para su cuerpo, pero para ello necesitas ser el autor.
  • No te expongas: Si tienes la debilidad, no almacenes estas comidas en casa. Incluye otra variedad de comidas, para darle al cerebro el efecto novedad. Evita el estrés, ya que estas activan los neurotransmisores que te impulsan a comer azucares y grasas.
  • Evitar callar a tus emociones: Cuando comes por ansiedad, estrés, dolor, soledad entre otras, estás callando a tus emociones, para no sentir. Habla de tus emociones, escríbelas y procésalas.
  • Desenfoque calórico: Si te alimentas de forma saludable y tienes un estilo de vida adaptado a ti, entonces no será necesario un registro calórico compulsivo. Si esta necesidad se sale de tus manos, no olvides visitar a un profesional de la salud mental. 
  • Evita la fatiga por decisión: 
    1. El cerebro se agota en la toma constante de decisiones, si tienes que pensar mucho lo que tienes de comer y como comer de forma saludable te agotarás. Planifica con anticipación tu régimen de comidas por semana, te evitarás cansancio mental y una toma de decisiones impulsivas.
    2. Crea rutinas y hábitos: esto te permitirá tener un estilo de vida, evitando agotar al neocortex (encargado de la toma de decisiones).
  • Visita a un profesional de la salud mental: Si consideras que tu relación con la comida es tóxica y necesitas ayuda para clarificar tus ideas, tratar una situación específica o reeducarte, no dudes en consultar con un profesional que te ayudará en ese proceso.

“Lo que pensamos genera emociones, pero también lo que comemos” Montse Bradford. 

Crea una relación positiva llena de emociones positivas con tu nuevo estilo de vida y no tendrás que preocuparte por el resto. 

Bibliografía

  • Belaustegui, I. (s.f.). Comida basura y cerebro